Publican el ranking de alimentos más salados

Un estudio reveló cuáles son los productos procesados con mayor cantidad de sodio, que se consumen en nuestro país.
salLas salsas y los aderezos de consumo habitual lideran la lista de alimentos más salados, según una investigación llevada adelante en el país por la Fundación Interamericana del Corazón Argentina (FIC). El trabajo también puso de manifiesto la necesidad de que se reduzca la cantidad de sodio que se usa durante los procesos industriales para que los ciudadanos puedan contar con opciones más saludables a la hora de comprar y prevenir enfermedades cardiovasculares, que lideran las causas de muerte.
El 70% de la sal que se consume ya está incluida en los alimentos industrializados más comunes como panes, embutidos, enlatados, congelados, quesos, caldos, sopas y envasados en general, porque se incorpora durante el mismo proceso de elaboración.
A partir de este dato, FIC Argentina desarrolló una investigación para conocer el contenido de sodio de los alimentos procesados en el país. Se estudió la información procedente de las etiquetas de 2.300 productos envasados pertenecientes a 12 grupos de alimentos (panes, cereales, lácteos, carnes, pescados, snacks, comidas rápidas, aceites, salsas, bebidas, conservas de frutas y verduras, chocolates).
Según la investigación, el grupo de salsas y aderezos (salsas listas, comunes, light, en lata y aderezos como mayonesa, mostaza, kétchup y salsa de soja) lidera la lista de alimentos más salados, con un promedio de 1.356 miligramos de sodio cada 100 gramos.
Le sigue el grupo de carnes y productos a base de carnes, como hamburguesas, chacinados y bocaditos de pollo, con un promedio de 1.031 miligramos de sodio cada 100 gramos.
El tercer grupo de alimentos con mayor contenido de sal es el de snacks, con un promedio de 725 miligramos de sodio cada 100 gramos de producto. “Esto incluye todas las variedades: palitos, papas fritas con y sin sal, maní salado, nachos y otros” , aclaran desde la FIC.

CANTIDADES RECOMENDADAS

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda una ingesta diaria de cinco gramos de sal que equivale a 2.000 miligramos de sodio. “Tomando como ejemplo una comida que contenga alimentos de los tres grupos mencionados, como una hamburguesa en sándwich aderezada con kétchup y una porción de papas fritas, se llega a los 1.137 miligramos de sodio, cubriendo en una sola comida más del 50% de la cantidad diaria recomendada” , alertan.
Para contar con un parámetro que permita saber cuánto sodio estoy consumiendo según la cantidad de sal que le pongo a la comida, “hay que tener en cuenta que 1 sobrecito de sal como los que dan en los restaurantes contiene 2 gramos de sal, que equivalen a 800 miligramos de sodio. Entonces, el límite de consumo recomendado por día sería de 2 sobrecitos y medio de sal como máximo” , grafican los especialistas de la FIC.
“Nuestra investigación muestra que los alimentos que se consumen comúnmente contienen un alto nivel de sodio. Es necesario reducir la cantidad que se usa durante los procesos industriales para que los ciudadanos pueden contar con opciones más saludables a la hora de comprar y prevenir, así, enfermedades cardiovasculares, que lideran las causas de muerte en nuestro país”, señala Lorena Allemandi, investigadora de FIC Argentina.

CONSUMO EXCESIVO

Según el Ministerio de Salud, en la Argentina se consume más del doble de la cantidad de sal recomendada. La ingesta excesiva de sal es un hábito que genera hipertensión (presión arterial elevada), lo cual a su vez aumenta el riesgo de sufrir eventos cardiovasculares y accidentes cerebrovasculares.
En la actualidad, la hipertensión afecta a uno de cada tres argentinos y tiene mayor impacto en los sectores de menores ingresos económicos. Según datos de la Encuesta Nacional de Factores de Riesgo 2009 del Ministerio de Salud de la Nación, entre las personas que pertenecen a la franja de más bajos ingresos, el 41,9% son hipertensos, mientras que en el sector de ingresos más altos el porcentaje de hipertensos desciende al 27,4%.
A fines de 2013 se sancionó en Argentina la ley nacional 26.905 de regulación del consumo de sodio, que abarca varias medidas como regular el contenido de sodio en ciertos grupos de alimentos, concientizar a la población y encarar diversas estrategias en restaurantes. “Si bien es un buen avance pues muy pocos países del mundo cuentan con leyes sobre el tema, será fundamental que se garantice su adecuada implementación, que se incorporen nuevos alimentos y que se vayan reduciendo cada vez más los niveles máximos de sodio permitidos en los alimentos procesados” , matizan desde FIC Argentina.

LEER LAS ETIQUETAS

En tanto, al iniciarse ayer la Semana Mundial de Concientización sobre la Sal, la Organización Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS) llamó a los consumidores a “Parar, observar, elegir… la opción con menos sal”, con el objeto de destacar la importancia de las etiquetas nutricionales para informar a los consumidores sobre el contenido de sal en las comidas procesadas.
“La mayoría de las personas no se da cuenta cuánta sal está consumiendo” , enfatiza Branka Legetic, coordinadora de la Iniciativa para la Reducción de Sal de la OPS/OMS. “Es importante saber cuánta sal tiene ya la comida que comemos y, cuando es posible, elegir la opción con menos sal. Para hacer eso, necesitamos etiquetas con información nutricional que muestren con claridad el contenido de sal. Esta es una medida regulatoria clave que están adoptando los países que se fijaron metas para reducir el consumo de sal” , explica.
Para reducir los promedios de consumo de sal, cada vez más países de la región han adoptado estrategias nacionales. La Argentina se convirtió en el segundo país del mundo (después de Sudáfrica) en aprobar una ley integral con este objetivo. Esta ley establece una línea de tiempo para que la industria de alimentos procesados reduzca la sal en sus productos, requiere etiquetas nutricionales que adviertan sobre los riesgos de excederse en el consumo de sal, limita el tamaño de los paquetes de sal, y establece penas por no cumplir con la norma.
Entre los países con estrategias nacionales para reducir el consumo de sal también figuran: Brasil, Canadá, Chile, Costa Rica, Cuba, Estados Unidos, México, Surinam y Uruguay. Además de Argentina, otros países del Cono Sur, así como Canadá y Estados Unidos, son los únicos que requieren por ley que se ponga el contenido de sal en la información nutricional de los alimentos procesados.