Hace tiempo ya que se denunció la gravísima situación que padece el hipódromo local desde lo social y laboral. Hubo claros cuestionamientos a la Provincia y al Municipio por el abandono a su obligación de salvaguardar el funcionamiento de este lugar. Ahora, cuando las gestiones parecen agotadas, aparecieron capitales japoneses.
La Ley 13253, en sus arts.29 y 30, obliga al Gobierno provincial a la entrega de fondos suficientes -con destino de ayuda- recaudados por el fondo específico FO.PRO.JUE por intermedio del Instituto Provincial de Lotería, Casinos e Hipódromos. Se trata de “subvenciones para inversiones aplicadas a infraestructura, tecnología y desarrollo comercial y los subsidios se otorgarán para hacer frente a situaciones que reclamen asistencia para el cumplimiento de sus fines específicos” según manda la normativa precitada. Esta carga pública deriva de la voluntad del legislador, que definió como ‘objeto especial de interés provincial’ a la cría de caballos pura sangre de carrera, su entrenamiento y las competencias hípicas oficiales.
¿Se cumple? No, y entonces colapsa el conjunto. Pero resulta ser que un grupo inversor japonés estaría interesado en levantar la quiebra del Jockey Club de Mar del Plata, que es la titular de la explotación y administración del hipódromo, además de construir un hotel de cinco estrellas. El representante de un grupo de trabajadores del Jockey, Dr. Martín Scarímbolo, permanente seguidor del tema, expuso ante nuestro medio su punto de vista.
N&P: ¿Cómo es este tema de que de afuera van a venir a rescatar lo que tendríamos que haber hecho desde adentro?
Dr. Martín Scarímbolo: Y… debe de haber Reyes Magos en todo el mundo. Me parece que toda inversión que llegue será bienvenida, pero acá la cuestión es otra: existe una ley que tiene años y que no se cumple. La ley es de interés público, no es una actividad como quiosco o negocio que si le va mal se termina. Todo lo que sea explotación del juego en la provincia, casino hipódromo, quiniela, está bajo la organización, explotación y administración del Gobierno provincial, que lo debe asumir.
N&P: ¿Desde donde hay que rastrear el tema?
MS: En el año 2004 se crea una ley que indica que cuando una actividad no está en buenas condiciones u operando correctamente, se debe recurrir a un fondo creado para todo lo que significan los juegos de azar en la provincia de Buenos Aires, que hoy asciende aproximadamente a 15.000 millones de pesos por año; de ahí se extrae una cantidad para fondo de rescate aplicable por el Instituto de Lotería de la Provincia, que acude para evitar que decaiga la actividad. La ley les dice a los funcionarios que hay que aplicarla cuando hay una crisis para evitar la pérdida de puestos de trabajo.
N&P: ¿El Instituto actúa con autonomía?
MS: Sí. Los fondos que van a Lotería no entran en el presupuesto general de la Provincia para pago de sueldo de estatales. Esto va por otro lado, este dinero tiene destino prioritario, como es ayudar, por ejemplo, al casino o el hipódromo de La Plata, Azul, Tandil. Les digo más: a todos esos casinos cuando hubo instancias críticas, les solucionaron los problemas. Pero Mar del Plata quedó relegada, y cada seis meses o una vez por año vienen a prometer cosas sin cumplirlas. Acá tiene que venir el gobernador, pedir disculpas, y habilitar en 48 horas los fondos para el hipódromo de la ciudad sencillamente porque hay una ley que no se cumple.
N&P: Quiere decir que hay una falla esencial, primaria, que es que los funcionarios que tienen la obligación de hacer cumplir la ley, no lo hacen.
MS: Claro. Por eso digo que esto va más allá de que después venga alguien y haga una inversión determinada, un hotel de cinco estrellas, lo que sea. Además, aparecen con que se va a ayudar, pero por otro lado tengo a la vista una respuesta que dice que se mantiene vigente el expediente para crear un segundo hipódromo. En una vía administrativa dicen que van a ayudar, pero la realidad es que no se hace nada, se elude la obligación legal, los fondos van a otro destino.
N&P: Se advierte el dispendio en otros rubros poco justificables…
MS: Ah, seguro, estos señores, además de hacer fiestas con artistas y músicos, cosa que me parece bien, primero tienen que cumplir con las obligaciones. Yo fui gerente de juego en Mar del Plata, sé cómo es esto: se maneja a 400 km con el maldito centralismo argentino. Acá la provincia está dividida en dos, no sé si no habría que crea un segundo Estado. Todo lo que tenga que ver con el conurbano y La Plata se maneja con dinero que generamos de otro lado, como Mar del Plata, y después el funcionario de turno decide cuánto nos devuelven, que siempre es mucho menos de lo que correspondería.
N&P: ¿Qué necesidad tenemos de estar mendigando?
MS: Eso es lo que yo digo, bastaría con recibir lo que generamos. Todas las familias que no pueden trabajar en el conurbano marplatense deben cubrirse con nuestros fondos, y esto no es demagogia. Si la ley no se cumple, no existe nada. Hay que cambiar la mentalidad retrógrada de muchos funcionarios, porque si prevalece la idea de quien se encierra en su despacho y hace lo que quiere con la plata, estamos listos. Esto es una república, tienen que venir a rendir cuentas y no sólo bajar a buscar los votos. Hay que terminar con esto que es viejo, para eso pagamos impuestos.
N&P: Habrá que pensar la redistribución de los recursos con más espacio para quien los genera, pero los arcos políticos se callan.
MS: La ley hace ocho años que está vigente, hubo otra anterior, pero ésta habla sobre la responsabilidad provincial y su interés de explotar el juego. Acá cada tanto venía un funcionario de la sindicatura diciendo que se iba a dar determinado dinero para los premios en las carreras. Pero la ley dice otra cosa: dice que hay que sostener la actividad comercial integral del hipódromo, lo dice el articulado. Si se crearon estos mecanismos con esa finalidad para que no se fundiera el turf, entonces esos fondos son nuestros. El funcionario debe plantear que está en la ley, que no hay una nueva norma y tampoco necesitamos reyes magos asiáticos.
N&P: ¿Usted dice que todos los fondos van a La Plata y San Isidro?
MS: Estoy seguro. ¿Es posible que el casino de Mar del Plata se maneje a 400 km? El funcionario debería estar viviendo acá, pero no viene, salvo que sea a pasear. Hay jueces en lo contencioso administrativo que miran para otro lado. Eso no puede ser, hay gente que hace años que no tiene trabajo Si el juez no acude, y no me refiero al de la quiebra, que tiene metas acotadas, hace falta la decisión política del Gobierno con un cheque para nuestra ciudad. No importa la posición política: quiero empleados y funcionarios que administren correctamente y con transparencia.
Sería justicia
En estos días, el titular de la Lotería, Casinos e Hipódromos, que dirige Jorge Rodríguez en la provincia de Buenos Aires, difundió que estaría ‘pronta’ la solución ‘mágica’ del conflicto -que él agravó y dilató, según nuestro entrevistado- durante ocho años sobre la recuperación de la actividad en el Hipódromo Jardín de nuestra ciudad.
En ese sentido, recalcó Scarímbolo que cree que en Mar del Plata puede demorar el cumplimiento legal de su carga pública, “cosa que no sucedería si el problema lo tuvieran La Plata o San Isidro”.
Es crítica la situación que padecen los acreedores laborales del Jockey Club Mar del Plata, que por secuela negativa de la quiebra de tal entidad, se suma a la de centenares de familias de trabajadores dependientes de la actividad del hipódromo que se afincaron en el barrio que ellos formaron y forjaron con sus viviendas, donde trabajaron y -ante la desidia y la falta de ayuda legal- perdieron sus empleos, situación de abandono que conoce el Instituto Provincial de Lotería y Casinos.
En el año 2011, el Estado provincial comunicó a la población que por intermedio del Instituto de Lotería, Casinos e Hipódromos recaudó $8.500.000.000 por las apuestas lúdicas obtenidas de la explotación de todos los juegos en la Provincia, de los que Mar del Plata ha generado una parte sustancial y, por lo tanto, en su justa medida, debe volver a la ciudad en salvaguarda de sus infraestructuras.
Lo cierto es que desde hace más de cinco años, luego de declararse la quiebra del Jockey Club, la entidad titular de la explotación y administración del hipódromo cerró sus puertas para no volver a abrirlas, algo que podría cambiar si se concreta finalmente el interés de un grupo inversor japonés. Para ello será necesario que el Juzgado en lo Civil y Comercial Nº 2 que interviene en la quiebra instrumente el procedimiento de liquidación de bienes para habilitar la licitación que permitiría a los capitales extranjeros alzarse con la titularidad de la empresa hípica.