El licenciado Esteban Wood, especialista en la problemática de las drogas, analizó esta mañana en la 99.9 la situación actual del país. Destacó que en Argentina “hay una creciente tolerancia social a dos conductas que no deberíamos aceptar como normales: el exceso de consumo de alcohol en los adolescentes y que los chicos estén convencidos de que la marihuana es inocua”.
El problema del crecimiento del narcotráfico en el país y la aceptación de la droga como algo cotidiano, tienen una incidencia social realmente muy grande. Hoy, la legalización de la marihuana hace pensar que su consumo no tiene ninguna consecuencia, cuando sobran evidencias contrarias.
Esa lucha política y social está dada en todo el planeta. Esta mañana en la 99.9, habló al respecto el licenciado Esteban Wood, especialista en esta problemática. En principio, indicó que “hay un cambio de paradigma, intentando saber si la guerra contra las drogas fracasó o no. Yo planteo una tercera vía, que está en medio de la prohibición absoluta y la permisividad. La guerra de las drogas estaba asociada siempre a la geopolítica, la ocupación de territorios, cosas que en Argentina no se han visto. De todas maneras, el país no está exento del narcotráfico, estamos viendo el avance sobre la cultura”.
Que hoy se piense en la droga como un problema cultural, no es un tema menor: “hoy se construyen imaginarios sociales y se asocia a las drogas con cuestiones como el éxito, el progreso y el dinero en poblaciones vulnerables, que es donde mayor cala. Si los chicos ven en eso un futuro posible porque les da prestigio, las zapatillas, la moto y la posibilidad de sentirse valorados, debemos replantearnos esto”.
Después de estar acéfalo durante mucho tiempo tras la renuncia de Rafael Bielsa, el SEDRONAR tiene ahora como cabeza visible al padre Juan Carlos Molina. Al respecto, Wood opinó que “es un tránsito auspicioso. Propone un abordaje territorial, ir hacia donde está el problema. Se focalizó en la prevención y asistencia, hasta ahora ha tenido muchísimo apoyo”.
Pero también destacó que hace falta tener una sociedad que acompañe las decisiones políticas: “una política sobre drogas se construye con la participación de la sociedad civil. Esto involucra a los curas, a las madres y a las ONG. Los CPA también deben ser valorados, porque Buenos Aires es la única provincia que tiene una red asistencial pública para adicciones. Se debe impulsar eso en todas las provincias”.
En medio de las cuestiones políticas, hay una sociedad que acepta cosas en los jóvenes que no deben ser normales, y que al incorporarlas a lo cotidiano se terminan naturalizando. “En Argentina se está viendo una baja contención de riesgo y una creciente tolerancia social a dos conductas que no deberíamos aceptar como normales: el exceso de consumo de alcohol en los adolescentes y que los chicos estén convencidos de que la marihuana es inocua. Hay un mensaje que bajaron algunos sectores e impactaron en los más vulnerables, que son los chicos”, afirmó el especialista.
Como última pata de este complejo tema, aparece el periodismo que hace “lobby” de lo que pretenden instalar los grupos empresarios que terminan beneficiados con la liberación de las drogas: “hay un periodismo militante en el consumo de drogas, especialmente de marihuana. Está bueno denunciar las ideologías que encubre todo esto, porque está la influencia de intereses económicos que pretenden legalizar la droga”.