“Todos reivindican a Hooft”

La Dra. Liliana Pérez habló en la 99.9 sobre su declaración en el juicio que se lleva adelante contra el juez Pedro Hooft y aclaró que “era un juez como tantos otros durante la Dictadura Militar, ellos estaban haciendo su trabajo y nada más, como sucedió con todos. Parece como que todos estuviéramos ciegos en aquél momento, pero no era que estuviéramos ciegos, es que no se veía nada”.

Liliana PérezEl pasado jueves terminaron las declaraciones de testigos en el juicio que se lleva adelante contra el juez Pedro Hooft. Una de las últimas personas que pasó por el estrado fue la abogada Liliana Pérez que habló en la 99.9 sobre los datos que aportó.
Si bien hubo algunos testigos que fueron maltratados por los querellantes, a la Dra. Pérez no le tocó vivir esa situación aunque ni siquiera la saludaron al momento de verla: “declaré última y previamente me dijeron que habían hecho varios cuestionamientos a distintas declaraciones, pero se los rechazaron todos”, aclaró.
Sobre sus propias palabras expresadas en el juzgado, señaló que “la declaración fue buena, muy puntual sobre mi conocimiento desde el ejercicio de la profesión. Declaré sobre mis 29 años de ejercicio de la profesión libre y la experiencia que he recogido en cuanto a la honestidad de los dictámenes de Hooft”.
Como integrante de la Comisión Directiva del Colegio de Abogados, en su momento, tuvo acceso a los libros donde se habían descripto situaciones puntuales durante el proceso militar y de ahí surge un conocimiento un poco más profundo de la situación: “yo leí las actas que están en el Colegio de Abogados sobre lo que había sucedido en la denominada “Noche de las Corbatas” porque me parecía que debía tener conocimiento de cosas que pasaron cuando yo no estaba, para poder actuar”, explicó. En base a eso, es que tenía elementos para definir al juicio como algo injusto: “Hooft era un juez como tantos otros durante la Dictadura Militar, ellos estaban haciendo su trabajo y nada más, como sucedió con todos. Parece como que todos estuviéramos ciegos en aquél momento, pero no era que estuviéramos ciegos, es que no se veía nada”, definió con suma claridad.
Además, en toda su carrera profesional conoció mucha gente que tuvo relación directa con Hooft todos tenían la misma opinión: “con todos los que yo hablé reivindican el trabajo de Hooft, la actuación y hasta el riesgo que tomó yendo a las comisarías y otros lugares. Les creo a mis colegas de aquella época porque no tengo elementos para desconfiar”, dijo la Dra. Pérez.
Llegará ahora el momento de los alegatos antes de que se de a conocer la sentencia de este proceso judicial. Sobre lo pedido por los abogados querellantes, Pérez remarcó que “me llamó mucho la atención que entre las cosas que habían pedido era utilizar un power point para el alegato y extenderlo a 5 horas. Estaba sentada en el fondo de la sala y me reía sola porque es algo que, a cualquier abogado que litigue, no se le puede cruzar por la cabeza. Tampoco hubo tantos testigos sobre los cuáles alegar”.