El Parlamento aprueba la medida para tratar de contener un aumento exponencial de agresiones sexuales a menores en los últimos años.
El Parlamento ucraniano introdujo la semana pasada cambios en la legislación referente a los casos de agresión y abuso sexual a menores, incluyendo un endurecimiento de las condenas y el suministro de químicos anti-andrógenos que reducen la líbido y la actividad sexual. La modificación tiene lugar en un país que ha visto aumentar significativamente el número de agresiones pedófilas en los últimos años. Solo en 2017, se registraron 320 casos, si bien se cree que la cifra real asciende a miles.
Entre otras medidas, la nueva normativa contempla el aumento de las penas de cárcel de doce a quince años, y también fija la obligación de establecer un registro público de individuos condenados por pedofilia, quienes además serán a partir de ahora vigilados de por vida tras su liberación. Las autoridades no han revelado todavía qué químico usarán, pero será aplicado a todos aquellos convictos que estén entre los 18 y los 65 años de edad.
Un informe reciente reveló que, entre 2010 y 2014, las violaciones de niños se dispararon a un total de mil por año. Sin embargo, la Policía calcula que los delitos de este tipo son mucho mayores, ya que muchos no son denunciados por el «temor y la ansiedad» de los padres a hacerlo. En la última semana, cinco niños fueron violados en cuatro regiones ucranias en menos de 24 horas, según destacó el jefe de la Policía Nacional del país eslavo en una comparecencia.