Un fallo ejemplar

Por un asalto a una pizzería de Tolosa, el tribunal le aplicó seis años al acusado. Pero por sus antecedentes, con varias condenas, le aplicó una reclusión por tiempo indeterminado.

Los jueces del Tribunal en lo Criminal IV de La Plata Juan Carlos Bruni y Emir Caputo Tártara (Foto: Diario Hoy)

Los jueces del Tribunal en lo Criminal IV de La Plata Juan Carlos Bruni y Emir Caputo Tártara (Foto: Diario Hoy)

En un fallo sin precedentes, el Tribunal en lo Criminal IV de La Plata condenó a un acusado a la pena de reclusión por tiempo indeterminado luego de declararlo reincidente por quinta vez.
El veredicto recayó sobre el imputado Daniel Adolfo Di Stasio Delucchi (51), a quien se lo juzgó en audiencia oral y pública por un robo cometido en una pizzería de Tolosa, donde fue reducido por el dueño del local y dos de sus empleados. En el medio de la pelea, el imputado, le disparó a las dos piernas del propietario del local.
La sentencia fue dictada por unanimidad por los jueces Emir Caputo Tártara, Juan Carlos Bruni y Andrés Vitali.
Y el delito endilgado fue “robo calificado por el uso de arma de fuego apta para el disparo, agravado por su comisión con la participación de un menor”. Es que en la sentencia se acreditó que Di Stasio cometió el asalto junto a un adolescente.
En el dictamen al que tuvo acceso Trama Urbana, se dio por probado que “el 17 de julio de 2012, a las 12:40, dos sujetos, uno de ellos menor de edad, ingresaron a la pizzería “Fatto in casa”, de Camino Belgrano, entre 527 y 528, de Tolosa”.
El dueño del local, Facundo Espinosa Fraccarolli, fue abordado por los asaltantes e intimidado con una pistola calibre 9 mm. que era empuñada por el mayor.
Le trataron de sacar una moto tres teléfonos celulares. Pero el robo no se cometió, porque el dueño de la pizzería los enfrentó junto a sus empleados, sumado a la inmediata llegada de la policía.
El pizzero declaró luego que los dos ladrones simularon ser clientes, preguntaron qué se podía comer, y luego sacaron un arma y les apuntaron, diciéndoles que se vayan todos para el patio de atrás.
La víctima del robo identificó en pleno juicio al imputado Di Stasio como el delincuente que lo tenía apuntado con el arma de fuego.
“Nos dice que nos tiremos al piso, me piden las llaves de la moto. Le doy la plata de una mochila. Forcejeamos. Me apunta. Junto a los empleados lo pudimos reducir. Uno de los empleados le pegó con un palo en la cabeza desde atrás porque vio que se estaba parando e intentaba escapar”, precisó el pizzero.
También dijo: “cuando vamos para delante de la pizzería el otro pibe trataba de subirse a una de las motos. Estaba asustado. No sabía ni arrancarla. Yo no me había dado cuenta de que me había disparado. Justo pasa el patrullero y llegó un montón de policías. Uno de ellos me llevó al hospital. Tenía un tiro en cada pierna”.
El pibe que escapó alcanzó a desprenderse y tirar los celulares que había robado. Luego fue detenido. Estaba escondido en una obra en construcción. El pizzero aclaró que el acusado siempre le había apuntado al pecho.
En sus últimas palabras ante el tribunal, el propio imputado reconoció su participación en el hecho.
Menor culpabilidad, mayor vulnerabilidad. El defensor oficial Ricardo Fuente planteó que la reiteración delictiva debiera ser tenida en cuenta como atenuante, dado que, según señaló, “es indicativa de la inferior posibilidad (por parte del acusado) de motivarse en el cumplimiento del derecho, lo que es demostrativo de su menor culpabilidad y, a su vez, de su mayor vulnerabilidad, todo lo cual, lo haría merecedor de menor reproche penal”.
Sin embargo, el tribunal, validando el alegato de la fiscal Laura Lazarte, tuvo en cuenta que Di Stasio fue condenado en cinco ocasiones, por distintos tribunales, a penas de prisión de efectivo cumplimiento (una de ellas a 23 años de prisión) y por varios delitos.
De modo que por el robo en la pizzería de Tolosa, Di Stasio recibió seis años de prisión y por los otros hechos de los cuales “gozaba” de libertad condicional, se le computaron como una pena única de reclusión por tiempo indeterminado, más conocida como reclusión perpetúa.