Ocurrió en el límite de los barrios Kolynos y La Cañada, de la localidad de Bernal Oeste. Al menos 15 uniformados resultaron heridos luego de los enfrentamientos. Hay un solo detenido.
Lo que comenzó como una persecución más de la Policía de la Provincia de Buenos Aires a dos presuntos motochorros, se transformó en cuestión de minutos en un violento enfrentamiento con decenas de vecinos que por poco termina en tragedia: al menos 15 efectivos resultaron heridos, de los cuales dos estuvieron a punto de morir ahogados porque en medio del operativo, el patrullero en el que se movilizaban cayó a un arroyo. Por el episodio, hay un solo detenido.
El escenario fue el límite de los barrios Kolynos y La Cañada, ubicado en la localidad bonaerense de Bernal Oeste, partido de Quilmes. Anoche, poco después de las 21:30, agentes de la Policía Motorizada local comenzaron a perseguir a dos delincuentes que se movilizaban en una moto. Según confirmaron a Infobae fuentes con acceso a la causa, en un momento los sospechosos comenzaron a dispararle a los agentes y entraron en la zona de Kolynos para tratar de esconderse.
Los uniformados también ingresaron por las calles del lugar sin sospechar que la pareja de delincuentes contaría con una suerte de “batallón” que los iba a proteger. Conformado por decenas de vecinos que apenas observaron a los policías, comenzaron a arrojarles piedras, botellas, palos y todo lo que tenían a su alcance. El objetivo era lograr que los motochorros pudieran escapar y hacer que los uniformados dieran marcha atrás. Sin embargo, al poco tiempo, la situación escaló hasta convertirse en una verdadera batalla campal.
Mientras perseguían a los delincuentes, los agentes de la Motorizada pidieron refuerzos para tratar de dar con los sospechosos. En apenas minutos, varios patrulleros de la comisaría 5° llegaron hasta las inmediaciones de la calle 395 y Rodolfo López, a la vera del arroyo Piedras. La zona se llenó de mujeres, hombres y niños -todos habitantes del barrio- que se interpusieron entre los policías y los motochorros.
La situación se tornó tensa, al punto de que los uniformados repelieron los ataques con balas de goma. Rápidamente dejó de ser una persecución para transformarse en un enfrentamiento con final incierto y eso fue lo que ocurrió, según el expediente a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción Nº6 de Quilmes, a cargo de la fiscal Mariana Curra Zamaniego,
Uno de los patrulleros -una camioneta- que había llegado al barrio para dar con el par de sospechosos y tratar de controlar la situación, quiso esquivar a los vecinos que se habían convertido en escudo humano y tras una mala maniobra, cayó al arroyo.
En ese momento, al ver la situación, otro de los efectivos se arrojó al agua para rescatar a sus compañeros. La camioneta era conducida por un hombre, quien pudo ser sacado prácticamente ileso. La peor parte se la llevó su acompañante, una agente de la Policía local que resultó herida en la cabeza y por la caída, tragó agua. Fue por eso que después de que la rescataron, fue trasladada hasta un hospital donde le practicaron un lavaje de estómago debido al estado del liquido que ingirió en el accidente.
No fueron los únicos heridos. El policía que saltó al arroyo sufrió un esguince de pie, mientras que otro tanto, sufrió heridas producto de las y botellas que les arrojaron. Al menos 15 efectivos tuvieron que ser asistidos por personal médico. “Para tratar de para a la horda de gente, intervinieron varios con balas de goma. Incluso hubo enfrentamientos cuerpo a cuerpo porque los efectivos quisieron evitar disparar porque había chicos”, agregó.
Según trascendió inicialmente en redes sociales, la situación supuestamente se había producido a partir de un enfrentamiento de bandas y habían sido los propios vecinos los que arrojaron el patrullero al agua. Sin embargo, las fuentes consultadas por este medio desmintieron tajantemente esta versión y explicaron que no se trató de una disputa territorial sino por la pelea con los habitantes. En ese sentido, el investigador sostuvo que hubo otro grupo de vecinos que quiso intervenir para calmar la situación pero todo se salió de control.
Por el momento no ingresaron denuncias de habitantes de la zona que hayan sido heridos por la acción policial. Sólo anoche, una de las ambulancias del SAME que concurrió al lugar, le ofreció a un vecino asistencia. Pero el hombre se negó y se retiró del lugar.
En distintas redes sociales se viralizaron imágenes y videos de los momentos posteriores al enfrentamiento. En las filmaciones se observa la situación prácticamente controlada y el vehículo policial ya sumergido en el agua. En otro segmento -dicen las fuentes- se escuchan disparos pero no corresponden a la Policía. Pese a esto, la fiscal Curra Zamaniego ordenó el secuestro del arma de uno de los efectivos que participó del operativo.
La investigación no será sencilla, admiten las fuentes. Según revelaron, no pudieron ir al lugar con peritos porque la situación estaba totalmente desbordada. “No se pueden levantar vainas. En las imágenes se escucharon tiros pero no son de la Policía”, dijo una fuente clave en el caso. “Fue una situación conflictiva en la que se llevaron grupos de apoyo para contener y la situación se desbordó. La gente quedó parada en el lugar del enfrentamiento después de que pasó todo”, graficó.
Una vez finalizó el momento más tenso, un hombre fue detenido tras ser observado mientras tiraba piedras. Será indagado durante el día de hoy por el delito de resistencia a la autoridad. En cuanto a los motochorros, lograron su objetivo y escaparon.
Varios episodios similares ocurrieron en las últimas semanas. En los últimos días, una turba atacó con piedras una posta de la Bonaerense en un barrio periférico de La Plata en reacción al arresto de dos personas que peleaban en la calle: seis efectivos resultaron heridos y los agresores barriales fueron repelidos con postas de goma. A fines de febrero, otra multitud fue contra la Comisaría 6° de Monte Chingolo tras la incautación de dos motos, un episodio que terminó con varios heridos y disparos de postas de goma.