Cartas de un judío a la Nada
Abadía Saint-Michel, 2002. La abadía está encaramada sobre la colina como un viejo dragón dormido. Sus torres se reflejan sobre las olas bajas que la rodean. Saint-Michel está emplazada en una isla mareal, es decir que es accesible por tierra cuando las aguas se retiran. Es mi sitio preferido en toda Francia.