Ditirambos alrededor del juego del poder

La escalada secesionista catalana llegó a su paroxismo con la declaración de independencia, secreta en su voto, que el Parlamento dio con la sola presencia de los integrantes de la coalición gubernamental. No obstante, la conquista fue cesada a través del decreto 155, firmado casi de inmediato por el Gobierno nacional en Madrid, en la persona de Mariano Rajoy, medida acompañada por un llamado a elecciones para diciembre de este año.

La declaración de la independencia catalana es un fraude que seguramente hará colapsar en diciembre a todo el arco independentista catalán. En las últimas horas se han revelado conversaciones de Oriol Junqueras, ex número dos del gobierno autonomista, admitiendo que no tenían ciertamente el reconocimiento de países en particular, o de la Unión Europea, y que tampoco habían conseguido definir cómo financiarían la economía catalana sin el Banco Central español.

Por lo que se sabe hasta el momento, los partidos independentistas no lograrían la mayoría necesaria para formar gobierno en Cataluña en las próximas elecciones autonómicas del 21 de diciembre, ya que perderían siete escaños en comparación con 2015. Según una encuesta del diario El Mundo, las formaciones independentistas ERC, PDeCAT y la CUP sumarían 65 escaños, tres menos de los necesarios para gobernar. ERC sería el partido más votado, con un 26,4 % de los votos y entre 41 y 43 escaños. El PDeCAT obtendría el 9,8 % -entre 13 y 15 parlamentarios- y la CUP bajaría desde el 8,2 % de 2015 hasta el 6,3 %, con 7 escaños. Siempre según estos datos publicados en este fin de semana, el partido no independentista más votado sería Ciudadanos, con un 19,6 % de los votos (entre 26 y 28 escaños), le seguiría el PSC con el 15,1 % (de 20 a 22 escaños); Catalunya Sí Que Es Pot (CSQP) se haría con el 11 % de los votos (13 escaños), mientras que el PP registraría el 8,7 % (de 10 a 12 escaños).

Con esas cifras, subirían en intención de voto aquellos partidos alineados claramente con la idea de la pertenencia a España y la búsqueda de consensos que lleven a una reforma constitucional en 2020. Asimismo en estas horas, Mariano Goma, presidente de Sociedad Civil Catalana, una asociación que ha hecho «mucho ruido» y se ha convertido en la referencia de la resistencia frente al separatismo, ha manifestado que en España hay 48 millones de españoles, de los que 7,5 son catalanes. «Si resulta que 100.000 o 200.000 personas van a amedrentar a 48 millones de españoles, vamos mal», expresó. Sociedad Civil Catalana fue responsable de la movida por el control de la calle que enfrió ante España y el mundo la idea de la supremacía soberanista forjada mediante el relato de los medios, lo que lleva a concluir que un mensaje mediático, aunque hegemónico, es insuficiente a todas luces a la hora de adoctrinar y conducir una sociedad en el nuevo milenio.