Cambio de ruta
El final del mandato de Cristina Fernández estará enmarcado en una aceleración de causas penales cuyo destino es el derribo de toda posibilidad de continuidad para quienes creyeron que su destino era reescribir la historia argentina. La insistencia en remodelar el sistema judicial a su medida dejando una generación de custodios judiciales frente a los años por venir, ha desatado una tormenta perfecta que dará el resultado exactamente contrario al buscado. Esta semana, la decisión de ir por una segunda causa sobre la procuradora general Gils Carbó, unida a la blitz desatada por el juez Claudio Bonadío sobre la propia…