Una instancia de cambio real

La destitución de Eduardo Freiler en su cargo de juez federal es un punto de alto simbolismo republicano y a la vez una decisión que pone en alerta a todo un sistema de poder que creció en democracia luego de la brutal crisis que fue para la Argentina la híper inflación. Aquel evento económico marcó el fin anticipado del gobierno de Raúl Alfonsín y el arribo de Carlos Menem a la Presidencia de la Nación, quien iniciaba entonces una forma de construcción de poder que se mantuvo inalterable hasta hoy.

A Eduardo Freiler lo destituyeron por no honrar el cargo para el cual fue designado, razón por la cual “es deber de este jurado removerlo de sus funciones”, sostienen los magistrados en el fallo. Y añaden: “Los motivos por los que se decide la destitución resultan verdaderamente graves e implican un serio desmedro de su idoneidad para continuar ejerciendo la judicatura”. Son determinaciones severas, que su defensa, que apelará la decisión, no alcanza a ocultar la naturaleza evidente de lo juzgado.

La investigación reveló que Eduardo Freiler incluyó datos falsos y omitió información en sus declaraciones juradas patrimoniales correspondientes a los ejercicios 2014 y 2015. “Sistemáticamente ha incurrido en acciones que no respetan las formalidades exigidas en punto a la veracidad y contenido de sus declaraciones y, con ello, cuanto menos ha dificultado el control público del flujo de su patrimonio”, se ha hecho saber. Asimismo se señala que las explicaciones brindadas por el magistrado, quien negó y minimizó las imputaciones, no hace más que dar cuenta de la actitud desaprensiva que ha asumido a Freiler frente a la gravedad e implicancias sociales que apareja la acusación que se le formula.

No obstante, la destitución de Freiler no es el fin de nada, sino el inicio de un proceso de depuración en el Poder Judicial que no se limita a Comodoro Py. En el Departamento Judicial Mar del Plata está en la mira el camarista Jorge Ferro, y también lo está el magistrado de Azul Martín Bava, para quien el Consejo de la Magistratura habilitó ya el proceso de destitución.

Es un hecho que el Consejo presidido por Ana Donato irá por tres jueces emblemáticos de Comodoro Py: Ariel Lijo, Daniel Rafecas y Rodolfo Canicoba Corral. Según señala el diario La Nación, estos jueces tienen los días contados en su función. De los tres, Rafecas es quien tiene fecha inminente: cerró la causa por la muerte de Nisman sin siquiera dar algún paso habilitante para establecer las circunstancias de la muerte del hombre que buscaba establecer la conducta de la expresidenta Cristina Elisabet Fernández en el acuerdo de entendimiento con Irán. Ni más ni menos.