Malas lenguas 1286

De internas y legados I. María Eugenia Vidal y su todo terreno, Cristian Ritondo, están cuidado su legado, integrado —entre otras cuestiones—, por la reforma a la caja de jubilaciones del BAPRO la cual, tal como señaló el correveidile del diario La Nación, Daniel Vilotta, está a tiro de resolución de la corte provincial, que declararía inconstitucional la ley. Las modificaciones a esta norma que impulsó Vidal son el motivo del rechazo y posterior planteo jurídico de La Bancaria, que por medio del dirigente del BAPRO, Carlos Ferrari, mantuvo reuniones con diputados y senadores de todas las bancadas para establecer un consenso que permita evitar un fallo en contrario. Cuando todo parecía ir sobre rieles, apareció Ritondo planteando ante Macri que los dirigentes del PRO del gran Buenos Aires estaban en la movida.

De internas y legados II. Uno de esos dirigentes, es el intendente de Lanús, Néstor Grindetti. Lo de él es curioso, cuando menos: le gusta que se lo referencie como uno de los «barones del conurbano», mote aplicado a lo peor de la política argentina, y que por décadas hizo referencia a los jefes comunales y políticos del PJ. Tan varón no es, porque ante la primera piedra se borró, y renunció a la mesa de conducción del PRO en la provincia. Hace unos días, había lanzado una corriente interna, de la mano de Julio Garro, el intendente de La Plata. Lo que hizo explotar Macri es la vieja fórmula de pactos que se da en la legislatura bonaerense que incluye repartos de cargos a diestra y siniestra. «Quedó todo roto», dice lo que ven la política como una suma de acuerdos de interés, lejos de la sociedad. Quizás, haya que romper todo, para alumbrar algo nuevo.

La hora de la verdad I. Tal como citamos en la edición 1285, luego de la confesión de Oscar Rigano al respecto de que parte del dinero depositado en el Banco de Andorra pertenece a pequeños ahorristas que nunca percibieron compensación económica alguna por el uso de dicho dinero, habló con el medio El Retrato De Hoy el abogado Julián Vespa, quien dice representar a trescientos damnificados, los cuales ahora verían la posibilidad de recuperar sus dólares. Ya que de eso se trata: de personas particulares, o empresas pequeñas, que confiaban sus dólares a Jonestur para que «les cuiden el patrimonio».

La hora de la verdad II. Es oportuno que «el Chuli» haya hablado con un medio —en este caso, el que dirige Miguel Avellaneda— porque ante nuestra publicación llegaron mensajes denostadores, pidiendo que probáramos lo publicado. En todos estos años, ningún medio y ningún periodista ha recibido la presión judicial que se volcó sobre Noticias y Protagonistas y, sin embargo, todos los fallos confirmaron, una y otra vez, la probidad de lo publicado. En cuanto a la operatoria de Jonestur, claramente hay una «contabilidad b» en algún lugar, porque toda es masa de dinero en dólares salió del país sin registro alguno, dado que eran fondos por los cuales se entregaba un papel sin logo ni registro numérico, donde sólo figuraban unas palabras. Algo así como un «quedate tranquilo, nosotros te cuidamos los verdes». Falta aún un largo camino, si es que alguna vez esos dineros serán recuperados por sus auténticos dueños.