Malas lenguas 1320

Double jeopardy I. El término legal usado en la jurisprudencia de Estados Unidos significa que nadie puede ser juzgado dos veces por la misma causa. No aplica en Argentina. En particular, en los tribunales de la provincia de Buenos Aires. Un fallo de Casación da vuelta una sentencia de tres jueces y escribe el dictado de una nueva sentencia para contentar a la ideología woke. Así ocurre en tres causas muy mediáticas que se dirimen en los tribunales de Mar del Plata: Analía Schwartz, Lucía Pérez y el caso conocido como del «Camping El Durazno», juzgado por un tribunal popular. Los precisos términos procesarles de la ley penal se han transformado en un adverbio de tiempo por el fanatismo ideológico que impera en el poder judicial.

Double jeopardy II. El segundo juicio a Analía Schwartz tuvo episodios mendaces, como las canestolendas graciosas de la fiscal del juicio, Florencia Salas, compartiendo en redes sociales una jocunda promovida por el abogado por algunos derechos humanos César Sivo, exponiendo al colega Martín Bernat «acusándolo» de no salir a cenar por mandato de su esposa. Parece menor, pero no lo es. Peor le fue al tribunal, exponiendo en una carta —leída antes del fallo— el contexto de interpretación de las pruebas para dictar sentencia.

Double jeopardy III. La carta de marras dice, en uno de sus párrafos: «la labor de los jueces no pasa por creerle o no a los chicos y a los padres ni los maestros ni a nadie, no pasa por creer o no creer lo que se diga durante un juicio. Nuestra labor está basada en escuchar, analizar y valorar las pruebas que los abogados traen a juicio y a partir de aquí llegar a la conclusión dándole razón, total o parcialmente a alguna de las hipótesis planteadas por ellas». Ergo, el tribunal anterior no hizo nada de eso, ya que determinó la inexistencia de delito alguno. Notable lo poco ilustrados a derecho que han sido o son los jueces que integraban en 2017 el Tribunal 1, Facundo Gómez Urso, Aldo Canevale y Pablo Viñas. Siempre, según el texto explicativo para legos que elaboraron Conti, Simaz y Falcone.

Triste papelón. El que han protagonizado en estas playas —o, mejor dicho, en la zona de Alem— los compañeros de ruta de Sergio Massa en JxC: Larreta, Morales, Lousteau y Santillo, cruzando la calle en fila como los Beatles en la tapa de su icónico álbum. Más curioso es que los textos publicados en los medios de CABA titulen «Se encontraron Larreta y Morales en Mar del Plata» como si fueran dos turistas que de casualidad se cruzan caminando por las calles o playas de la ciudad. Peor, el posteo de Lousteau presumiendo en la comparación. Patético.

Cada día peor. Lo reveló un video publicado en Tik-Tok: otra vez los ascensores del HIGA no funcionan. Se ve a una persona mayor siendo subida por las escaleras por el personal del nosocomio mientras le piden disculpas. En tanto, Kicillof hace anuncios, reparte gel anal y disfruta del teatro en Mar del Plata. No resultaron ser mejores.