Malas lenguas 1429

De revividos y malas actitudes. Al frente de la agrupación nacida al calor de la democracia, la UCR juventud en aquel temprano 1983 se elevó a la presidencia de la Franja Morada de Derecho, a la cual dejó en ruinas para luego ser un furioso militante kuka, exhibiéndose con la bandera de La Campora. En un caso de grandeza política —o, quizás, un gran error de cálculo— fue reivindicado y elevado a la Legislatura Provincial, siendo electo diputado. Es sabido —del legislador en cuestión— que suele ser poco agradecido. Hay que agregar que está siempre de mal humor y sus cambios de ánimo dan para preguntas e intrigas. Si no muestra vocación de trabajo en equipo, ánimo colectivo y respeto, parece que, en vez de reelección en dos años, sólo le queda por delante el camino del olvido. Hay gente muy molesta.

Nuevos amigos, viejos adversarios. Es ya casi un escándalo político la cuestión del pase de Guillermo Montenegro a La Libertad Avanza. La presencia de la pasionaria libertaria Patricia Bullrich —sólo formalmente afiliada al PRO— en Mar del Plata trajo una nueva ronda de intrigas. Hubo alto almuerzo en Chauvin. Primero, reservadísima reunión entre Bullrich, el impresentable Ministro de Inseguridad de la provincia, Eduardo Javier Alonso, y el (por ahora) intendente Guillermo Montenegro. A la hora de almorzar, se agregó el ex diputado provincial, hoy funcionario del gobierno nacional, Alejandro Carrancio. Rara la mesa. No estaba el senador nacional Maxi Abad, lo que indica que la reunión expone una alianza de otro tenor en la ciudad. Como suele decirse: «está todo roto».

De afirmaciones y estupefacción. El nativo de Las Flores y amante declarado de Mar del Plata Paulino Rodríguez se quedó tieso cuando, en el pase en La Nación —cada día menos— Débora Plager anunciaba el pase de Montenegro a La Libertad avanza. No sólo eso, sino que dio razones para justificar el salto de garrocha que esto implicaría: «Guillermo tiene razones de enojo porque lo dejaron solo cuando quiso ir por la intendencia de San Isidro, lo castigaron por oponerse a la candidatura de Horacio Rodríguez Larenta a jefe de gobierno de CABA, siendo enviado en castigo a la embajada de Uruguay». Pobre Guille. Qué gente jodida, enviarlo de embajador a Uruguay. Hay cosas que, obviamente, no se perdonan.

Vergüenza, es poco. Salían los dos del Provincial, el brigantino Ladrey y su hijo putativo, el manco del espanto y líder de la Groucho Marx, Daniel Scioli. Se subieron a un auto oficial: chofer, luces de alerta azul y a su disposición un vehículo de la patrulla municipal con cuatro agentes muy solícitos. Con la tuya, contribuyente.

Carancho sobrevuela impávido. Mínimamente raro: es defensor de dos policías que extorsionaron a una víctima, se jacta de sus contactos con servicios de inteligencia, compartió almuerzos con policías y la mayoría de sus amigos, son policías. Al rubro que heredará se dirigen y trabajan policías y ahora representa a los padres cuyo hijo encontró la muerte en manos de policías. Cuando fue investigado por cohecho, sus clientes (victimas de hechos con repercusión mediática) declararon que contrataron sus servicios profesionales porque fue personalmente a conocerlos. Al carancho líder del caranchismo en los 90’s, se lo llevó el COVID. Este, es peor.