Sumando deudas. Se puede mentirle a muchos mucho tiempo, pero no a todos todo el tiempo. La desgestión del intendente de General Pueyrredón finalmente está mirando de frente su propio monstruo, el default de financiamiento. Se conoció recientemente que el municipio ha solicitado un aporte no retornable de dos millones de pesos al Gobierno nacional, y que le retiene indebidamente a la mutual municipal dos millones setecientos mil pesos de aportes de los asociados. Obviamente que toda esta información ha sido revelada por su implacable cuestionador, el curul Reinaldo José Cano. No hay fecha para el pago de aguinaldos, no hay fondos seguros y ciertos. La soldadesca de paga que cubre hoy todavía a Pulti ya va a vocear lo que hoy calla cuando les llegue la hora inexorable de no cobrar los emolumentos infames que obtienen en contratos.
Cambio de vida. El dinero no hace a la felicidad, pero tiende a calmar los nervios (salvo que se sea ahorrista en La Moneta). La periodista Belén Cano, artificiera de textos sobre algunos derechos humanos, ha sido conchabada en la Fiscalía General de Cámaras con un sueldo más que interesante, digamos que unas veinte luquitas mensuales. Doña Belén goza de trato preferencial en la fiscalía de marras, por parte del fiscal general y actor central de los enjuagues mafiosos que allí se elaboran, lo cual provoca escenas de celos varios. Funcionales y emocionales. Hay pasos de novela romántica de las tres de la tarde (ampliaremos).
Una buena. Si bien liga críticas (es propio del accionar humano), el fiscal Mariano Moyano clava el listón en cada tarea que emprende. De la mano de la DDI, ha desbaratado una banda que se apropiaba de viviendas en el barrio Coronel Dorrego. La detención de Milagros Soledad Delgado, María Victoria Delgado, Graciela Mabel Flores, Román Guido Koch, Gustavo Omar Baque, Franco Ezequiel Baque y Jonatan Alejandro Vilchez Muñoz es un punto alto en el accionar de la justicia, toda vez que esta banda desalojaba por la fuerza a familias que habitaban viviendas del Plan Federal amenazándolas de muerte si pretendían retornar a las mismas. Seis allanamientos con secuestro de armas para esta organización quizá precaria pero de notable ferocidad, que se manejaba con llamativa impunidad. Hasta ahora.
Para nada de nada. Fueron citados a la Casa Rosada silenciosamente. El motivo fue un encuentro de las cámaras pesqueras con Jorge Milton Capitanich, que dicho sea y no de paso no dio respuesta alguna a lo que el sector reclama para mejorar la competitividad. Sólo cháchara y más parches que en nada cambian la vida de los que, debajo de la pirámide de la riqueza que genera la pesca, viven malamente el día a día desesperanzador.