Malas lenguas 928

De dichos y realidades I. No hay un solo relato, hay demasiados, y decodificarlos no es para todos, ni todas. La situación enojosa que enfrenta “Lalo” Ramos por el siniestro en la ruta 226 tiene un relato dominante, manejado por el abogado Fernando Maximiliano Orsini. Un tema complejo, porque el tribunal mediático que lidera Orsini ha dictado sentencia condenatoria in extremis y no parece conformarse con nada menos que una hoguera mediática encendida a diario con los peores leños, la mentira y el trapicheo de información. El abogado Orsini mintió ante los medios al afirmar que el juez pedro Federico Hooft había suspendido la audiencia en cuatro oportunidades. Mintió, y así lo dejó expuesto el defensor de Ramos, Facundo Capparelli, entrevistado en la 99.9. A dicha entrevista Orsini contestó denunciando amenazas en la Comisaría 5ta, aún sin trámite en fiscalía alguna. En su denuncia apuntó que le resulta intimidante que conceptos vertidos por Capparelli y replicados en Twitter por usuarios de la red del pajarito, lo cuestionen. Orsini cree que puede dirigir campañas de difamación, apretar jueces y funcionarios judiciales pero cualquier cita a su persona es una amenaza. Doble rasero.

De dichos y realidades II. Fernando Maximiliano Orsini es citado en Tribunales como abogado “carancho”. Tuvo hace unos años fuertes cruces con el titular de APRAVAT, Ricardo Vega, por sus conductas en el ámbito del HIGA. Orsini amenazó a Vega con una denuncia penal que boya en Tribunales, ya que jamás halló dónde notificarlo a Vega. Raro. No menos raro su intercambio de tweets con el ex funcionario de la ONCCA Sergio Paleo, en los que ambos hablan del “precio” de los periodistas en Mar del Plata, algo de lo cual los dos parecen saber bastante.

Varapalo judicial. En la  causa en la que se investiga una supuesta asociación ilícita “enmascarada” en la organización política CNU, se ha verificado una más que sugestiva anomalía. El fiscal Daniel Adler, ante la aceptación del Tribunal de la comparecencia en carácter de testigos de los jueces Portela y Falcone (ambos titulares del Tribunal Oral en lo Federal de Mar del Plata ante quienes se tramitó el denominado “Juicio por la Verdad”), interpuso un recurso de revocatoria para que no presten testimonio. Curioso proceder que coloca a “Quesito” como vocero de Portela y Falcone, o defendiendo sus intereses, a pesar de que les está vedado a los fiscales actuar con “sujeción a instrucciones emanadas de órganos ajenos a su estructura”, y estándole prohibido a su vez “ejercer la representación de terceros en juicio”. Este improcedente pedido determinó que el tribunal rechazara sin más la pretensión fiscal. Por lo tanto los mencionados deberán inexcusablemente comparecer a prestar testimonio y, en consecuencia, responder a las preguntas que les formulen las partes en esta causa. Vale citar que como abogado, en su propia defensa, Gustavo Modesto Demarchi será uno de los interrogadores. Y quien quiera oír, que oiga.