Malas Lenguas

Malas lenguas 832

A los saltos. Así anda el intendente, que ha sido descripto por uno de sus bufones, el titular de Inspección General Eduardo Bruzzeta como «el que todo lo puede”: tratando de todo poderlo. Pero trata nomás, hasta ahí llega su éxito.

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Malas lenguas 831

Nervios I. Ha sido una semana compleja. Pareciera que los dioses han decidido lanzar su furia sobre el intendente Pulti. El secuestro de Guido Materia, 8 circunstancias similares en lo que va del año, y 51 vecinos muertos han hecho explotar a la ciudadanía de nuestra ciudad. Gap/Perogrullo/Cospelito está en ascuas. Sus relatos mendaces ya no suenan a música feliz en los oídos de los marplatenses. Suena como es de esperarse: mal. Soberbio, arremetió contra María Delia Sebastiani, a quien calificó de “tener una mente perversa” por preguntar si las fuerzas federales y policiales anunciadas se quedan luego del 27…

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Malas lenguas 830

Augurios. En la cena que organiza la Fundación Global -nada de think tank-, estuvo el economista y presentador televisivo Tomás Bulat. Divirtió -tiene futuro en el stand up- al tiempo que dio datos. Aseveró que la corrección cambiaria que habría que hacer tiene una fórmula: “Por cada tres años que los argentinos van a Miami, vienen cinco a Mar del Plata”.

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Malas lenguas 829

Sobre relatos y realidades. Esta semana, el intendente GAP/Perogrullo/Cospelito reinició el relato de la policía municipal. El gobernador Scioli anunció que van «a acorralar el crimen”, pero resulta que en la ciudad, en las últimas 96 horas, tres personas fueron asesinadas a balazos y no hay ninguna pista sobre los asesinos.

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Malas lenguas 828

MARFICI. Ha concluido la novena edición del MARFICI, con un éxito que de algún modo corona una década de trabajo para traer a Mar del Plata el cine del mundo.

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Malas lenguas 827

Inconvenientes I. Son grandes los problemas que están atravesando los empleados de la UNMDP. Todo por un reencasillamiento que no fue correctamente concedido por las autoridades políticas y que coloca en dura situación a quienes litigan ahora ya sin esperanza. El gremio (APU) ha abandonado a sus afiliados y no afiliados, a los que ha obligado a cambiar de abogado; Javier Linier venía procurando por estos funcionarios, hasta que fue reemplazado por un colega suyo, Juan Pablo Gelemur, quien, con su inacción, provocó la caída de la demanda ante los tribunales federales de esta ciudad.

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