La ciudad de los mucamos: una rémora que da vergüenza ajena

Llegó tres horas y media tarde. Todos esperaron de pie su arribo y, cuando se produjo, lo aplaudieron cual rockstar. Axel Kicillof se sintió en su casa en la reunión que se realizó en el GHP con empresarios (es un modo de decir) que, tal como cortesanos de palacio, adularon empalagosamente al gobernador mientras se desvivían por mirarla de modo cómplice a «Fer» —Fernanda Montoto Raverta—.

Para el observador atento, queda claro que Kicillof no se siente cómodo con Raverta. Le dio menos juego que Fabra a Izquierdoz. El que destacó como tremendo sobatraste fue el abogado y empresario Ariel Gambini, socio principal de Mute. Para que su adulación hacia el gobernador no quedara entre cuatro paredes, Gambini se despachó en una radio: «la reunión es muy positiva. Me parece que ejemplifica de un modo muy sólido la cercanía que está teniendo hoy el estado con los empresarios. Las mesas de trabajo son muy fuertes».

¿Cómo no va a ser fuerte, si les dieron miles de dólares a precio oficial para traer al país algo tan imprescindible como el DJ Bosnio Solomun, que se presentó en un encuentro en el que se pago 4 mil dólares por cada mesa y una botella de champagne 100 mil?. Obvio que los dólares que pagaron los felices partícipes fueron verde que se amucha, o que se cambia al blue. Mirá si será fuerte la vinculación entre privado y estado.

Es una constante cultural esto de darse corte en la relación con los funcionarios de turno. En una economía dirigista como la nuestra, que manipula el tipo de cambio, pasan estas cosas que hacen que las «mesas de trabajo» sean «muy fuertes. Son tan impunes, que se exhiben.

La reunión no cambia para nada a nuestra ciudad. El que la pasó mal por incómodo fue el intendente, quien tuvo que escuchar los dichos del empresario y dueño de QM Equipment Marcelo Guiscardo, quien reclamó por la actividad petrolera offshore, recibiendo por parte del gobernador Kicillof una clara señal de compromiso con el tema.

En esto hay una gran diferencia entre Kicillof y Raverta, quien, en diferentes reuniones privadas en Mar del Plata, dice no estar de acuerdo con el proyecto de prospección petrolífera y la posibilidad de la explotación offshore. Eso sí, en la reunión de marras, bien que se calló la boca.

En lo que todos concuerdan es en darle impulso al tema de la avenida de circunvalación: lo ven como un gran tema que les permita ganar la estima de los marplatenses. La apuesta por este proyecto es porque, según dice un gran amigo de Raverta, ya hay un sector expropiado, con lo que sólo haría falta hacer lo mismo con un tramo que inicia en Antártida Argentina, con lo cual se entiende el anuncio de licitar los 16 km del total que tiene dicha avenida.

Lo que puede modificar todo en función de estos movimientos —cuyo objetivo final es ganar la voluntad del electorado— es el anticipo de la elección provincial, que la separaría de la elección nacional en 2023. Si se da, todo podría ser diferente.