Sobre fachos y apropiadores
El uso del discurso es un arma fenomenal que posee y distingue la condición humana. El habla, más que el caminar erguidos, nos separa del resto de los seres vivos y nos destaca en la evolución de las especies. Es un arma esencial, da lugar a lo más bello y también a lo más tremendo. El Bhágavad-guitá, la Torá, la Biblia, el Corán, Mein Kampf o el Manifiesto Comunista; todo surge del pensamiento, se refleja en la palabra, y se expresa en un discurso. Y de ahí su relevancia como recurso connotativo y como instrumento de poder.