O cómo la tolerancia institucional lleva a la anomia social.
El impacto de un video que expone cómo un colectivo arrolla a un auto, destrozándolo, puso una vez más a la «barra brava» de Aldosivi en el foco de la atención de la sociedad ante la indiferencia de los dirigentes del club del puerto y de las autoridades municipales.
Sin embargo, no son los únicos indiferentes: también está la cuestión del rol de la policía de la provincia de Buenos Aires, que en esto es crucial. Hay pactos, acuerdos y beneficios para la barra que derivan en aportes indebidos a quienes se han apoderado de las banderas del club y hacen y deshacen a su antojo.
Corría el año 2017 cuando la APREVIDE sancionó a Luis Coman, Guillermo Pineda y Sebastián Gallegos junto con otros veinte integrantes del grupo que le «aguanta los trapos» a Aldosivi, prohibiéndoles entrar a los estadios. En palabras del por entonces titular del ente, Juan Manuel Lugones, estos tres y sus acólitos son «mafiosos que se desplazan con cuchillos, armas de fuego y palos para disputar espacios en las canchas».
Lugones fue públicamente crítico también al respecto del accionar complaciente de la dirigencia de Aldosivi. En particular, sobre lo que consideró que implicaba una convivencia o connivencia por parte del presidente del club, José Moscuza.
Cinco años más tarde, en diciembre del 2022, se produjo un ataque a tiros en la plaza hubicada en Gianelli y García Lorca. Fue víctima un grupo de jóvenes que se encontraban en el lugar. Tres de ellos resultaron heridos, un perro murió a consecuencia de los disparos y, como es habitual, nadie atina a dar siquiera un solo nombre. El fiscal Leandro Arévalo llevó adelante una IPP que no ofreció resultados y fue motivo de críticas por su accionar caprichoso e inadecuado.
En otro hecho muy intenso, en marzo de este año, un grupo liderado por Luis Coman —más conocido como «el Indio», caracterizado como el líder de la «barra brava»— fue detenido por orden de la fiscal Andrea Gómez, junto a otras siete personas —seis hombres y una mujer— por atacar a tiros e incendiar un comercio en Cerrito Sur. Sin embargo, Natalia Valdez, Matías Parodi, Miguel Parodi, Enzo Almaraz, Eric Joan Manuel Ledesma y Carlos Manuel Juárez, y el propio Coman fueron luego excarcelados por decisión de la jueza Rosa Frendez.
El reciente episodio del brutal choque contra el Peugeot 308, visibilizado gracias a los videos que se tornaron virales, permite advertir que no sólo el micro no estaba en condiciones de circular, sino que también un camión cargado con personas que integran este grupo se desplazaba hacia el estadio con nulas condiciones de seguridad, suponiendo para sus ocupantes un peligro mortal.
Las acciones judiciales que surgieron a la luz de este hecho permitieron exponer que el chofer acumula varias infracciones perpetradas con esta misma unidad que tiene los pisos podridos, los frenos en mal estado, las gomas lisas y la VTV —como no podía ser de otra manera— vencida. No es un hecho aislado: es sólo uno que quedó registrado. Sin embargo, la anomia continúa.
Tal como reveló el experimento de Philip Zimbardo realizado en 1969, permitiendo lo mínimo, el individuo asume que puede lo máximo. En Argentina y en Mar del Plata, lo permitido, claramente deja expuesto que, quien vandaliza el equipamiento urbano sin consecuencias, puede entender que se le admite lo máximo.