Soplarán y traerán otro aire político a la ciudad, indudablemente.
La lista única de Cambiemos cerró la carnicería que se planeaba para destrozar al intendente Carlos Fernando Arroyo. El acuerdo cerrado entre Mauricio Loria y Federico Salvai dejó fuera toda opción de abrir listas como pretendía la entente radical, que andaba a la pesca de la oportunidad de instalarse como “la oposición a Arroyo”. Afiches, citas a toda hora en publicaciones digitales que sólo abarcan el pequeño universo de la manzana de las sombras, daban la impresión de un escenario de poder político que nunca fue tal.
Ni qué decir del despliegue en las redes sociales, que poco menos hacía pensar en una debacle temprana del intendente. No obstante la caballada, Arroyo iniciaba, firme como talón de oso y en solitario, el cambio de denominación del predio de la ex terminal de ómnibus por el correspondiente legal y legítimo de Paseo Cultural Estación Terminal Sur. El cartel, colocado la semana pasada, es lo que en la jerga se conoce como “chupete”, y, construido en los talleres del EMVIAL, es el primero, mas no será el último en su tipo.
El acuerdo con Salvai -léase María Eugenia Vidal- impone condiciones duras, y habilita sólo un tercer interlocutor: Maximiliano Abad, quien se instala firmemente como primus inter pares en la definición política de las listas y así afianza su propio poder con vistas al futuro. Katz Jora y la alegre carnestolendas de los asados de los jueves van camino al pasado, aunque quizá tengan futuro como artistas de collage; con todas las fotos en las que se han retratado en este año y medio, bien podrían hacer una competencia de imágenes, como compensación a la nada política en la que han caído, un final sin gloria, sin estilo ni necesidad en el que acompañan el definitivo crepúsculo de Florencio Aldrey Iglesias.
Es necesario señalar, ante el silencio de los actores políticos locales, que la intrusión del ministro de Gobierno bonaerense Joaquín de la Torre en el armado de las listas de Mar del Plata es un pecado político imperdonable. Que un melindroso y mediocre dirigente del conurbano ande con la pretensión de ser patrón y sota de esta comarca es penosísimo.
No debiera sorprender que Franco Bagnato ocupe el primer lugar en la lista de senadores provinciales porque la relación que ha construido con María Eugenia Vidal le da soporte desde hace meses. En rigor, lo habían tentado a ser candidato por el PRO en varias oportunidades, y siempre había declinado la oferta. Si esta candidatura agrega votos o no, es un acertijo que octubre dilucidará.
El ostracismo mediático que rodea la conformación de las listas del Frente para la Victoria y la asociación Stolbizer-Massa habla a las claras por dónde va el olfato de los medios y la sociedad en cuanto a cómo viene la próxima elección.
Sin dudas, lo más interesante es que habrá interna en Acción Marplatense. Juan Rey encabezará una lista que desafía, con vocación de ultimarlo políticamente, a Gustavo Arnaldo Pulti. Lo cual constituye toda una novedad del presente momento en Mar del Plata.