Al menos 23 muertos por el derrumbe de un tramo del metro de Ciudad de México

Dos vagones se han desplomado sobre una de las avenidas principales del sureste de la capital y hay más de 70 heridos. Se trata de la mayor tragedia en la ciudad desde el terremoto de 2017.

Al menos 23 personas han muerto y más de 70 han resultado heridas tras derrumbarse la viga de un puente del metro de Ciudad de México en la noche del lunes. Se trata de la mayor tragedia en la ciudad desde el terremoto de 2017. Alrededor de las 22.25, hora local (5.25 del martes, hora peninsular de España) la estructura que soportaba uno de los tramos exteriores de la línea 12 del metro se ha desplomado sobre una de las principales arterias al sureste de la capital. “Una trabe [viga] se venció en el momento en el que iba pasando el tren”, ha explicado la jefa de Gobierno de la capital mexicana, Claudia Sheinbaum, desde el lugar del suceso hacia la medianoche. Parte del ferrocarril y el puente que lo sostenía se han derrumbado sobre la carretera y han dejado atrapados a algunos vehículos y decenas de personas. Un accidente catastrófico en una ciudad que cuenta con uno de los metros más transitados del mundo: más de 5,5 millones de personas lo utilizan al día como única vía de transporte a sus casas y trabajos.

Pasadas las diez de la noche, un tren de la línea 12 cayó entre las estaciones de Olivos y Tezonco. Los vagones se precipitaron sobre los vehículos que circulaban en la avenida Tláhuac bajo el puente por el que circulaba el metro, según las imágenes de las cámaras de seguridad públicas, que captaron el momento del derrumbe. Los servicios de emergencia y personal de Protección Civil, así como miembros del Ejército, se desplegaron en toda la zona, que fue acordonada ante el espanto de cientos de vecinos. En los últimos años, en diversas ocasiones, habitantes de la zona habían denunciado la situación de deterioro de algunas de las estructuras del metro en este punto de la ciudad tras el sismo de 2017.

“Entre las víctimas hay también menores de edad”, ha reconocido Sheinbaum ante los medios desde el lugar del siniestro. “Lamentablemente hay 65 personas hospitalizadas, siete están siendo intervenidas en quirófano”, ha añadido a las tres de la madrugada. Los hospitales del sur y sureste de la ciudad se habían llenado de familiares buscando a sus hijos, maridos, hermanos en las listas que han ido colgando a la puerta de algunos centros y compartido por redes sociales, no todos los heridos han sido identificados. “Por el momento nuestra tarea principal es atender a las personas que están en los hospitales, a los familiares de las víctimas que lamentablemente fallecieron y la Fiscalía ha iniciado todas las investigaciones para poder conocer qué fue lo que ocurrió en este incidente”, ha señalado la jefa de Gobierno. El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, a las tres de la madrugada todavía no se había manifestado sobre la peor tragedia de la ciudad en años.

Ciudad de México, una de las capitales con más tráfico de América Latina, tendrá que lidiar con cortes en el transporte público y restricciones de tráfico. “Permanece cerrada la línea 12 del metro y operarán 490 autobuses para cubrir el servicio”, ha indicado Sheinmbaum. El secretario de Movilidad de la Ciudad de México, Andrés Lajous, ha informado a través de las redes sociales de que a partir de las 05.00 operará la red emergente integrada en el trayecto de la Línea 12 del Meto.

Uno de los momentos más angustiantes de la noche ha sido el vídeo en el que aparecía un hombre atrapado en un coche rojo bajo los escombros del puente unos minutos después del accidente. Las autoridades han asegurado que consiguieron rescatarlo con vida y ha sido trasladado a un hospital. Hacia las dos de la madrugada del viernes, la información del Gobierno apuntaba a que no quedaban más personas con vida bajo los escombros, aunque los servicios de emergencia, apoyados por la Marina, estaban todavía asegurando que no había nadie más atrapado. Las autoridades han desplegado una grúa para sostener el tren que ha quedado en vilo al vencerse la estructura del puente y permitir el trabajo de los rescatistas.

Los heridos fueron trasladados a los principales hospitales de la zona, en Tláhuac e Iztapalapa, en el sur de la ciudad. La calle de ingreso al hospital Belisario Roldán estaba completamente bloqueada por unas 50 ambulancias que llegaron al lugar con víctimas del accidente y decenas de familiares buscando a los heridos. María esperaba a las puertas del hospital novedades de su marido Víctor, que volvía de trabajar en metro. Vio cómo lo ingresaban al centro en una camilla, con los pantalones rotos: “Hace una hora que no me dicen cómo está”, cuenta su esposa llorando. La crisis a las puertas del hospital recordó a otras trágicas como el temblor de hace cuatro años.

“Rómpelo con algo, wey”

Y justo como hace cuatro años, los primeros que comenzaron a retirar los restos del puente de hormigón para ayudar a los que estaban atrapados en los vagones, fueron los vecinos de la zona. Las imágenes de un grupo de hombres abriendo con sus manos las puertas del metro recordaron al enorme ejemplo de solidaridad que dio México al mundo tras la tragedia del sismo. “Rómpelo con algo, wey”, le gritaba un hombre que grababa a otros mientras forzaban la puerta para tratar de sacar a los heridos, minutos antes de que llegaran los equipos de rescate de la capital.

A unos metros del colapso, tres jóvenes de la Brigada Rotario, una organización especializada en rescates desde hace más de 10 años, aguardaban frente a las vallas del acceso al lugar del siniestro, pero las autoridades ya desplegadas en la zona les negaban el paso. “Lo que dicen es que ya hay riesgo de colapso en otra parte del puente”, señalaban. Al lugar acudió también un grupo de topógrafos forenses para evaluar los riesgos en la zona.

Entre los heridos se encontraba Esmeralda Serrano, de 21 años, vecina del barrio, salía cojeando del perímetro policial, vestía en pantalón corto, una venda en el muslo derecho y debajo una herida sangrante: “Yo andaba pasando por allí. Estaba saliendo de casa de unos amigos, iba a casa de mi mamá y me cayó una piedra bastante grande. Me hizo un hoyo en la pierna”, contaba. Serrano recordaba mucho polvo. “No escuché nada, andaba con mis amigos. No sé cuánta gente quede ahí dentro. He escuchado que había dos bebés cuando estuve ahí”, añadía asustada.

Claudia Sheinbaum ha asegurado que ya se ha abierto una investigación para esclarecer el suceso y ha insistido en que se depurarán responsabilidades. El secretario de Exteriores, Marcelo Ebrard, uno de los artífices de la línea 12 del metro mientras fue jefe de Gobierno de la capital (de 2006 a 2012) ha lamentado el terrible accidente a través de un mensaje de Twitter: “Lo ocurrido hoy es una terrible tragedia. Mi solidaridad a las víctimas y a sus familias”.

La línea 12, envuelta en escándalos

La línea 12 del metro, inaugurada en octubre de 2012, fue durante muchos meses motivo de orgullo de la izquierda mexicana, que presumía una histórica inversión de 1.800 millones de dólares y servicio diario a casi medio millón de personas que antes no podían cruzar rápidamente una zona del sureste de la capital. Sin embargo, ya en 2014, tuvo que suspender el servicio en 11 de las 20 estaciones que la conforman por “oscilaciones detectadas en las vías” que podían ocasionar un descarrilamiento.

Durante la gestión del actual canciller, Marcelo Ebrard, entonces como dirigente del Partido de la Revolución Democrática (PRD), la construcción de esta línea se vio envuelta en un escándalo de corrupción que afectó a más de 30 funcionarios. Inaugurada en 2012, al filo de terminar su mandato, poco más de un año después el funcionamiento fue suspendido por el nuevo alcalde, Miguel Ángel Mancera, aduciendo una serie de irregularidades y defectos que ponían en peligro a los pasajeros.

La polémica supuso un duro golpe a la carrera de Ebrard. Su trayectoria ascendente se truncó a partir aquello. En 2015, irrumpió, altavoz en mano, en la Cámara de Diputados. Quería hacerse escuchar en una sesión de la comisión parlamentaria que investigaba el uso de 26.000 millones de pesos de presupuesto, casi un 50% más del monto previsto, en una operación en la que estuvieron involucradas grandes empresas como la mexicana ICA o la española CAF.

Dos años después, la Línea 12 siguió siendo un quebradero de cabeza para los mandatarios hasta el Gobierno de Claudia Sheinbaum. Los vecinos de esta zona habían alertado a las autoridades de que el temblor del 19 de septiembre de 2017 había afectado a la estructura del metro de forma visible, concretamente en el punto que colapsó este lunes, que en este tramo de la avenida Tláhuac circulaba a través de un puente por el exterior. Las autoridades detectaron un daño en el corazón del puente, la columna 69 que sostenía uno de los tramos de la línea quedó dañada en la base y el Sistema de Transporte Colectivo (SCT) ordenó su reparación para la que invirtió tres meses de trabajo y 15 millones de pesos, según informaron las autoridades en enero de 2018.