Dra. Fanny Goldberg: “La comuna se portó de una forma extraordinaria”

La directora del Centro de Nefrología “Libertad” habló en la 99.9 sobre la intermediación del gobierno municipal en la solución de la falta de pago que podría haber llevado a la suspensión de los tratamientos: “actuaron con mucha empatía a pesar de no tener responsabilidad en el problema”; dijo. Además, se refirió a los motivos por los cuáles puede aparecer la insuficiencia renal crónica.

Después de expresar en la 99.9 la preocupación que se había generado en los Centros de Nefrología de la ciudad por la falta de pago de los tratamientos de diálisis, se avanzó en el depósito de dinero para que no se interrumpa el servicio.

Así lo indicó la nefróloga, Dra. Fanny Goldberg, a través del mismo medio destacando la intermediación del gobierno municipal de Carlos Fernando Arroyo y de los funcionarios de la Secretaría de Salud: “la comuna se comportó de una manera extraordinaria, con mucha empatía a pesar de no tener responsabilidad en esto. Tanto el Dr. Blanco como el Dr. De La Colina y hasta el propio intendente pusieron a disposición sus contactos para solucionar el tema. Nosotros no fuimos recibidos por el Ministerio de Salud de la Provincia pero si por la comuna”.

A partir de ahí, pudieron llegar hasta el propio IOMA que junto con Incluir Salud son los que no realizan pagos desde marzo: “tuvimos contacto con el delegado de la Defensoría Provincial del Pueblo que nos conectó con las autoridades del IOMA poniendo en ejercicio una autorización para que comenzaran los pagos. Esto no impactó aún en nuestras cuentas y creemos que sucederá esta semana. Nos quedamos con promesas, hoy todos los pacientes están haciendo su tratamiento pero nos quedamos con la preocupación porque se puso en ejercicio sólo una promesa”. 

Las personas que requieren el tratamiento de diálisis están en un grado de vulnerabilidad que no pueden cortar esa asistencia. En cuanto a la afectación de la enfermedad, la Dra. Goldberg explicó que “el promedio de tiempo de espera en lista para un transplante es de 3 a 5 años. La insuficiencia renal crónica terminal es una epidemia de este siglo que se vincula a trastornos en la alimentación, la diabetes, el sobrepeso, la hipertensión generan desde Estados Unidos a todo el continente, trastornos muy graves que terminan en esta insuficiencia”.

El incremento de las personas afectadas, tiene que ver directamente con cuestiones básicas que hoy no se realizan: “se ha perdido la caminata o el hecho de tomar agua o alimentarse con alimentos frescos y no con tantas conservas. Es una enfermedad de laboratorio que no da síntomas durante muchísimo tiempo y recién comienzan cuando se ha perdido el 90% de la función renal. Ahí es cuando estamos muy cerca de la diálisis”.

Lo que han notado es que la absorción de atención por parte de los aparatos electrónicos ha llevado a que ni siquiera se cumpla con las necesidades fisiológicas: “el cerebro a veces está distraído con el celular por ejemplo y se pierde la noción del deseo y las necesidades básicas. En los millenials se ve esto y no se hidratan de la manera correspondiente”, dijo.