Superávit fiscal en las provincias

Félix Piacentini, Director de NOAnomics en una charla con la 99.9,  analizó el superávit registrado en 15 provincias argentinas durante el primer semestre de 2013. “La economía sigue adelante a pesar de todas las incongruencias políticas”, señaló.

Buena parte de lo que tuvo que ver con la caída de la convertibilidad, que también tuvo que ver con las cuestiones fiscales, empezó por las provincias, muy en particular la de Buenos Aires por su volumen e impacto, pero que en realidad atravesó todo el escenario de la República Argentina. Piacentini, que para elaborar sus estadísticas toma solamente 15 provincias, informó que tienen hoy una situación fiscal bastante saneada al primer semestre del año 2013.El año pasado al primer semestre, tomando esas 15 provincias hubo un resultado fiscal de 700 millones de pesos positivos, pero este año, a la primera mitad ese resultado fiscal  se amplió a 9400 millones de pesos. “Esto pasó porque las provincias aumentaron su presión impositiva propia y generaron un aumento en su recaudación que les permitió establecer un superávit”, explicó. De todas maneras, hay algunas que todavía están en situación de déficit. El año pasado había 5 en déficit, incluida Buenos Aires, que tenía un resultado negativo de 3600 millones de pesos y que logró convertir a un superávit de 700 millones este año. También dijo que, el año pasado a esta altura del año, estaban en déficit Buenos Aires, Entre Ríos, Jujuy, Neuquén y Santa Fe y que este año la que mejoró la situación fue Buenos Aires; pero Entre Ríos, Jujuy y Neuquén siguen en déficit aunque lo redujeron; y curiosamente Río Negro que el año pasado presentaba un superávit de 168 millones de pesos, al primer semestre de este año pasó a tenerlo negativo con 204 millones de pesos. “Además de los impuestazos que se decidieron en la mayoría de las jurisdicciones provinciales para recomponer ingresos, también, en un año eleccionario, ajustaron gastos. Y ahí es donde se da el combo curioso: en un año de elecciones, suba de impuestos provinciales y baja de gastos de capital y obras públicas que, por lo general, esas son medidas que no se toman en un año eleccionario”, subrayó.

Buenos Aires mirado desde lo práctico, tiene una situación en el área de salud que es terrible. El estado de los Hospitales es pavoroso; no hay inversión en infraestructura escolar, lo que está, está, lo que se rompe, se rompe, lo que aguanta, aguanta y ni qué hablar lo que falta para los servicios de seguridad. Han conseguido superávit fiscal a costa de dejar que todo se hunda a pedazos. “Quizás de las provincias grandes, Buenos Aires, Santa Fe, Mendoza, salvo Córdoba que no ha tenido problemas fiscales, se genera esa presión de demandas sociales, de infraestructura y demás que hacen que la organización sea más compleja” remarcó.

La realidad es que, según manifestó Piacentini, la cosa este año a nivel de las provincias está mejor que el año pasado pero siempre a costa de un aumento en las cargas fiscales. Incluso haciendo una proyección sobre qué hubiera pasado si las provincias no hubieran aumentado sus impuestos, la respuesta sería sencilla y  por ejemplo Buenos Aires hubiera caído en déficit. Mendoza que también es una provincia grande, hubiera caído en déficit y Santa Fe no hubiera cerrado sus cuentas en un terreno positivo.

En su extenso y claro informe, señaló que, según los indicadores de la actividad agosto no fue tan bueno como lo que se venía consiguiendo en el último trimestre que era una recuperación en algún grado de la actividad. “La actividad sigue en el terreno positivo pero con debilidad”, recalcó. O sea que todavía no hay firmeza en la recuperación de la actividad pero está mejor desde el punto de vista del ritmo que fue el año pasado que fue muy malo. “La economía sigue adelante a pesar de todas las incongruencias políticas y es probable que al final de todo el proceso se pueda decir que, como sociedad, hemos madurado”, añadió.