1) Daniel Núñez (acceso restringido) | 2) Pablo Santín (con nombre y apellido) | 3) Cristina Fernández (exaltando la libido) | 4) José Moscuzza (Pototo, ¿nada que decir?) | 5) Marisa Sánchez (estado perverso) | 6) Guillermo Montenegro (tiene la lapicera) | 7) Santiago Maratea (nuestro respeto) | 8) Antonio Gilardi (el conejo negro no da respuestas) | 9) Patricia Bullrich (es tendencia) | 10) Alejandro Estrada (no hay zaranda que lo mueva)
O cómo la tolerancia institucional lleva a la anomia social.
«Denuncias venganza post separación»: la criminalización del vínculo, y cómo el fuero de Familia contribuye a desarmar —justamente— lo que debería preservar. Una dura y triste realidad.
El gobierno de Alberto Fernández y Cristina Elisabeth Fernández asumió bajo la supuesta consigna de señalarle a los argentinos la ruta de retorno a la felicidad. El 48% de la población se lo creyó.
1) Alberto Fernández (ninguna calle llevara su nombre) | 2) Carlos Balmaceda (contando los días) | 3) Leandro Gabas (se viene todo abajo) | 4) Magalí Marazzo (¡Qué momento!) | 5) Victoria Schaadwill (dice ser amenazada) | 6) Osvaldo Bassano (sentencia de alto impacto) | 7) Sonia Jorgelina Fava (nunca visto) | 8) Vito Amalfitano (todo mal) | 9) Santiago Inchausti (espectacularidad algo tímida) | 10) Miguel Guglielmotti (se subió a la movida)
Se nota el final de época I. La inauguración de la «mítica» Casa del Puente, recuperada después de una larga historia que comenzó en el segundo desgobierno municipal de Cospelito Perogrullo, lograda gracias a los desvelos de Magalí Marazzo y a su fuerte relación con el fallido presidente de la República Argentina, Alberto Fernández, estuvo teñida de picolas lecturas políticas
