Irreversible

Denuncia a Carla Vizzotti | El ministerio anuncia la realización de vasectomías y ligaduras de trompas en hospitales públicos, desde los 16 años. Muchos sectores se oponen y denuncian a la ministra.

Una denuncia penal contra la ministra de salud de la Nación es noticia. Se funda en el anuncio oficial de que los jóvenes de 16 podrían realizarse vasectomía o ligadura de trompas libremente en el hospital gratuito, sin que sus padres los acompañen.

El anuncio de la realización de tales intervenciones se hizo por Twitter —así de informal—, y generó la rápida respuesta de muchos sectores que se oponen a la liviandad con la que parecen tomarse algunas decisiones que involucran al cuerpo, y que son de carácter irreversible. No tienen vuelta atrás, o sí la tienen, pero implicarían unos costos elevadísimos.

¿Puede un joven de esa edad tomar una decisión irreversible sobre su cuerpo? ¿Puede saber que no va a querer tener hijos nunca? O, en cambio…¿puede cambiar de idea a los 18, a los 20 y a los 22? Por supuesto.

Mercedes Moreno Klappenbach es docente, y cuando supo que se habían publicado estas noticias, decidió dar respuesta. Así lo comentó en la 99.9«primero empezaron con los chicos de 13 años, que son niños y que pueden acceder a cualquier método anticonceptivo sin ir con sus padres. Luego le agregaron que los chicos de 16 años se pueden esterilizar sin consentimiento de sus padres, sin necesidad que les pidan documentos, y que además los médicos están obligados. Pensé que era mentira, pero cuando vi que era verdad escribí una carta que se llama “Con nuestros chicos no” y decidí hacer una denuncia penal porque creo que es muy grave».

Así da detalles sobre la presentación ante la justicia por medio de la cual acusa a la ministra de incumplimiento de los deberes de funcionario público. La denunciante asegura que Carla Vizzotti ha ido contra la Constitución Nacional y el Pacto de San José de Costa Rica. Cuestiona, además, que Vizzotti haya afirmado que la asistía el Código Civil y Comercial, que establece que desde los 16 años los niños son considerados adultos para las decisiones del cuidado de su propio cuerpo. Aseguró al respecto: «Me gustaría tomarme un café con Vizzotti para saber a qué apunta, porque primero está la Constitución Nacional y luego el Código Civil».

Desde la mirada de Moreno Klappenbach, hay una inconsistencia en el marco legal al poner sobre la mesa las cuestiones para las cuales un joven de esa edad está habilitado y las que no: «tengo nietos de 16 años que no pueden comprar alcohol, pero se pueden hacer una vasectomía. No pueden viajar fuera del país sin el consentimiento de sus padres, pero sí se pueden hacer una ligadura de trompas. Además, el folleto dice que es permanente. Si un chico o chica se hace este procedimiento a los 16 y a los 30 decide revertir esta operación —que es algo muy costoso—, no tiene seguridad de poder procrear. Los médicos no podrán hacer esto, porque los van a juzgar y van a ser sancionados».

Desde el punto de vista de la denunciante, lo más grave es que el Estado no haya pensado primero en alguna campaña para que la información llegue a los chicos antes de tomar una decisión de este tipo. Y agrega: «el Ministerio de Salud tiene que velar por la salud de todos, sobre todo de los chicos, ¿no tiene otra opción que ésta? ¿No puede educar?», se preguntó.

Poner en claro

La cuestión es más amplia: hay una publicación del Ministerio de Salud de la Nación en sus redes sociales que busca difundir sus políticas de Salud Sexual. Allí se incluye la sugerencia de los diferentes métodos anticonceptivos gratuitos desde los 16 años, incluyendo los permanentes, como la ligadura de trompas o la vasectomía.

Es por esto que se generó una fuerte controversia, por lo que ese mensaje significa, porque dicho así se podría acceder con la misma comodidad a los métodos provisorios como a los permanentes. La diputada provincial Alejandra Lorden habló al respecto en la 99.9 y señaló: «parece ser un elemento distractor para hablar de esto y no de la economía, de la inflación y de la falta de una hoja de ruta. De cualquier manera, no hay que dejarla pasar porque es una provocación. Una cosa es que haya una ley que ampara a los jóvenes mayores de 16 años a hacerlo, porque se considera que es una excepcionalidad. Pero de ahí a promocionarlo livianamente a través de un tweet, hay una diferencia».

Además, señaló que no hay respaldo para creer que lo propuesto pueda ser efectivo cuando hay un sistema de Salud con tantas carencias, lo cual es bastante cierto. Si no se han podido resolver cuestiones básicas de la salud pública, si los hospitales están desbordados, los turnos más que dilatados, ¿a quién le parece verosímil pensar que desde mañana se van a agilizar las ligaduras, que de hecho no son ágiles ni para las madres de seis hijos que las piden?

Agrega la legisladora que no se puede promover un método irreversible para un joven de 16 años de ninguna manera, porque obviamente a lo largo de su vida habrá otras decisiones. Dice además: «Parece que entonces bajamos los brazos con los anticonceptivos y los preservativos, métodos que además previenen 30 enfermedades de transmisión sexual que están en alza en Argentina y en el mundo».

Más allá de las opiniones, comentó que también es mentira que haya un personal médico a la espera de ese joven para explicarle las consecuencias y el procedimiento quirúrgico, porque no hay recurso humano en los hospitales. Es doblemente grave, ya que la degradación del personal de la Salud ha llevado a que los médicos no quieran formar parte del sistema público.

Lorden citó además un ejemplo de lo que ha sucedido recientemente en la gestión pública: «la salud no ha mejorado en estos años. El otro día se rendía el examen para ingresar en pediatría en el Hospital de Niños Sor María Ludovica de La Plata, el más importante para formarse. De 25 cargos que había para pediatría, sólo se ocuparon 4 cargos: quedaron 21 sitios vacantes».

¿Y el dinero?

El presupuesto 2023 contempla un ajuste en las políticas públicas destinadas a la Niñez, a pesar de que el Indec (Instituto Nacional de Estadísticas y Censos) reveló que la mitad de los chicos en Argentina son pobres. Así lo informa el documento que presentó Unicef en la Comisión de Familia, Niñez y Juventudes de la Cámara de Diputados.

La iniciativa enviada por el Gobierno trae riesgos de desfinanciamiento significativos para algunas políticas fundamentales para la niñez, como la prestación alimentaria, según señala el informe presentado por Sebastián Waisgrais, especialista en inclusión social de Unicef, ante la comisión presidida por la diputada radical Roxana Reyes.

En ese sentido, revela que el presupuesto transversal para la niñez previsto para 2023 representa una reducción interanual de alrededor de 0,2 puntos porcentuales del PBI, equivalentes a una caída del orden del 10% en términos del nivel de actividad respecto del cierre previsto para el año en curso si se tiene en cuenta el contexto de incertidumbre económica.

Algunos afirman que este ajuste podría llegar a que se produzca el incumplimiento del artículo 72 de la Ley Nº 26.061 de Protección integral de los derechos de niñas, niños y adolescentes. El mismo determina la intangibilidad de los fondos destinados a la infancia, y no permite que se reduzcan en el presupuesto la previsión o ejecución de los ejercicios anteriores.

Según el último informe del Indec, en Argentina el 50,9% de niños de hasta 14 años es pobre por ingresos acorde a los datos recabados en los relevamientos que realiza la Encuesta Permanente de Hogares (EPH). Al momento de su intervención, la diputada Reyes sostuvo que los números planteados son alarmantes, y reclamó que en el proyecto del presupuesto se debe tener una perspectiva sobre los derechos de los niños y adolescentes.

Ahora bien: si los números no alcanzan para la salud infantil —es decir, para pediatras bien pagos, que concursen sus cargos con eficiencia, instalaciones, estudios, provisión de leche, y tanto más—, quizá nuestro problema fundamental no sea realizar ligaduras de trompas a las adolescentes, sino simplemente proveer una serie de métodos de control de la natalidad reversibles, que son además muchísimo menos costosos.