Y no estamos hablando del notable espacio periodístico de TN, sino del remanido y cansador debate sobre el costo de la transportación pública en Mar del Plata. Tal como es de entender, la suba sistemática de todos los componentes que hacen a la denominada fórmula polinómica y la restricción de los subsidios, decidida por el gobierno nacional, empujan hacia un blanqueo del valor real de la tarifa del transporte en colectivo.
Presupuesto 2019 | El Tribunal de la Provincia aprobó la rendición de gastos del último año de la gestión de Arroyo. Más allá de una pequeña multa, queda zanjada la cuestión. No falta plata: nada más que hablar.
El clamor argentino por el fin de la invasión criminal de la Rusia de Vladimir Putin a Ucrania abarca literalmente al 62% de la población, según lo que revela en una encuesta el politólogo Lucas Romero. Un 30% de los argentinos está de acuerdo con la invasión, y la ve como una «guerra de liberación».
Una disputa entre los nadie. Dicen que en el padrón del PJ local hay algo más de 30 mil afiliados. Así mismo, se asevera que poco más de 1.500 votarían en verdad. Ahí es donde se juega el armado de Rodolfo Iriart para enfrentar al matrimonio Obeid/Montoto Raverta y ganar la conducción en el capítulo local.
1) Ariel Gambini (el poderoso caballero Don Dinero) | 2) Marcos Pascuan (habla de lo que ignora) | 3) Agustín Neme (contradictorio cuando menos) | 4) Miguel Rodríguez (99% dice «no» al GPS) | 5) Guillermo Montenegro (en la puerta, no) | 6) Sergiy Nebrat (Argentina debe sumarse al embargo internacional) | 7) Sergio Rodríguez Heredia (el plástico mata) | 8) Rodolfo Iriart (al poder en chanclas y muy baratito) | 9) Luis Barrionuevo (el poder se está yendo) | 10) Marcelo Pasetti (¿Ciudadano ilustre?)
Llegó tres horas y media tarde. Todos esperaron de pie su arribo y, cuando se produjo, lo aplaudieron cual rockstar. Axel Kicillof se sintió en su casa en la reunión que se realizó en el GHP con empresarios (es un modo de decir) que, tal como cortesanos de palacio, adularon empalagosamente al gobernador mientras se desvivían por mirarla de modo cómplice a «Fer» —Fernanda Montoto Raverta—.
