Carta Abierta contra la subversión
Carta Abierta dio a conocer su comunicado número 13, el primero de 2013, haciendo una invocación a la suerte: apostando a que nada de lo que se denuncia sobre actos de corrupción oficiales se pueda probar, para que la presunción de inocencia vuelva a inclinar la balanza de la opinión, hoy cada vez más contraria al kirchnerismo. El argumento es, en términos jurídicos, de impecable espíritu liberal. Pero su sentido político y ético, reforma judicial, Gils Carbó y Oyarbide de por medio, resulta penoso. Y abona la impresión de que el oficialismo sufre un verdadero colapso moral e intelectual.