300 y ningún imperio
Una vez más la mentira como método, el despilfarro público como sistema, la impunidad como consecuencia de un accionar que privilegia el abandono de los deberes públicos. El abrazo cinematográfico entre Gustavo Arnaldo Pulti y Sergio Berni -se recomienda ver video en cámara lenta- parecía más la llegada de un enamorado esperada largamente, que la recepción de un funcionario público por cuestiones estrictamente operativas.